La transmisión automática es un elemento esencial de los automóviles modernos, que permite un movimiento suave de las máquinas sin necesidad de intervención manual. A diferencia de las transmisiones manuales, que requieren que los conductores accionen el embrague y cambien las cosas manualmente, las transmisiones automáticas utilizan un complejo sistema de controles hidráulicos y electrónicos para seleccionar la proporción correcta de la máquina. Este sistema mejora la comodidad reparacion de cajas automaticas de conducción, aumenta la eficiencia energética y garantiza una experiencia de conducción más suave.
La transmisión automática funciona con un convertidor de par en lugar del embrague para transferir energía del motor a las ruedas. El convertidor de par es un dispositivo de acoplamiento líquido que permite el paso de la energía rotacional. Incluye tres elementos principales: el impulsor, el generador y el estator. A medida que el motor funciona, el líquido de la transmisión se mueve entre estos elementos, generando la presión necesaria para impulsar el automóvil. A diferencia de la caja de cambios manual, en la que el propietario del vehículo debe saber cuándo cambiar las cosas, una transmisión automática depende de los mecanismos y los modelos de control para mejorar la selección de cambios en función de los problemas de producción.
Hay muchos tipos de transmisiones automáticas, cada una con su propio sistema y ventajas distintivas. Las transmisiones automáticas convencionales, también llamadas automáticas de convertidor de par, tienden a ser el tipo más común. Estos utilizan modelos de engranajes planetarios y sistemas hidráulicos para cambiar las cosas. Otro tipo es la transmisión ajustable continuamente (CVT), que no utiliza elementos fijos sino que utiliza el sistema de correa y polea para proporcionar porcentajes de cambio ilimitados. Esto da como resultado una velocidad más suave y una mayor eficiencia energética. Las transmisiones de doble embrague (DCT) combinan la potencia de la transmisión manual con la de una simple automática mediante el uso de dos bolsos individuales para cambios y cambios. Las transmisiones automáticas manuales (AMT), por otro lado, son cajas de cambios manuales con capacidades de cambio de marchas automáticas.
Entre las principales ventajas de las transmisiones automáticas se encuentra su facilidad de uso. Los conductores no necesitan accionar el embrague ni cambiar las piezas a mano, lo que reduce el cansancio y permite una experiencia de conducción mucho más tranquila. Esto es especialmente ventajoso en situaciones de tráfico intenso, en las que se necesitan cambios de marcha constantes en una transmisión manual. Además, las transmisiones automáticas modernas están diseñadas para mejorar la eficiencia energética mediante la selección del porcentaje de marcha adecuado para cualquier situación de conducción. Con los avances tecnológicos, las transmisiones automáticas se han vuelto más fiables y duraderas, y requieren menos mantenimiento en comparación con sus homólogas manuales.
A pesar de sus ventajas, las transmisiones automáticas también tienen algunas desventajas. Una de ellas es el mayor coste de compra y mantenimiento. Los coches diseñados con transmisiones automáticas suelen ser más caros que los que tienen cajas de cambios manuales. Además, reparar o cambiar una transmisión automática puede resultar caro debido a su diseño complicado y a sus componentes sofisticados. Además, a algunos fanáticos de la transmisión les gusta el control y la unión de la transmisión manual, ya que permite una experiencia de conducción mucho más práctica.
El mantenimiento de una transmisión automática es fundamental para garantizar su durabilidad y rendimiento. Las inspecciones y modificaciones periódicas del líquido son fundamentales, ya que el líquido de la transmisión lubrica y enfría los elementos interiores. Con el tiempo, el líquido puede descomponerse y perder su utilidad, lo que provoca un sobrecalentamiento y un mayor deterioro. También es fundamental que siga las recomendaciones del fabricante sobre los tiempos de mantenimiento y utilice el tipo adecuado de líquido de transmisión. Ignorar el mantenimiento de la transmisión puede provocar un mantenimiento costoso y posibles fallos de la transmisión.
Al elegir un automóvil, es fundamental pensar en el tipo de transmisión que mejor se adapta a sus necesidades de conducción. Si la comodidad y la facilidad de uso son los puntos principales, una transmisión automática es una buena opción. Sin embargo, si necesita una experiencia de conducción mucho más interesante y está preparado para manejar la caja de cambios manual, la transmisión manual puede ser una opción mucho mejor. Además, factores como el ahorro de energía, los costos de mantenimiento y los problemas de conducción deben tenerse en cuenta al elegir un automóvil con una transmisión automática.
Transmisión automática moderna